— ASESINAR
''Malditos estúpidos, idolatran a un maldito demonio que ha traido más maldiciones que prosperidad para el seno familiar''
Ese ha sido el pensamiento que ha tenido Apolo desde su nacimiento, destacando por ser un genio en un clan poco conocido en el Shinobi Sekai. Desde temprana edad despertó un interés peculiar por experimentar, probar, fallar y retomar aquel intento fallido para crear algo más poderoso. Su clan siempre le ha parecido patético, creer que debían estar subordinados a un demonio que profeticamente algún día llegaría le parecía solo una distracción que les hacía mantenerse como un clan secundario.
Para el lo más importante era buscar formas más reales de obtener poder, más que rendirle estupidos rituales a un demonio, el creía desde pequeño que lo palpable era lo real, y le dió beneficios poco a poco. A sus seis comenzó a experimentar con animales para ver las mutaciones que recibían sus cuerpos al introducir ciertas modificaciones genéticas, actividad rara para su edad, ¿No es así?. Su mundo cambió para mal aquella noche en que asesinaron a sus padres, aunque el aparenta no sentir disgusto, esas imágenes de sus progenitores siendo atravesados por espadas en sus pechos jamás saldrán de su subconsciente.
Fue la primera vez que asesinó a alguien, de hecho. Aquel chakra oscuro que el demonio benerado por su clan les brindaba se manifestó por primera vez cuando la sangre de su padre cayó en sus pies, provocando que un sin número de serpientes oscuras asesinaran a los responsables de aquella tragedia.
Su camino comenzó a tornarse oscuro desde aquel entonces, pero hay que admitir que tampoco tuvo suerte en encontrar buenas guías. Al alejarse completamente de su familia, esperando el momento indicado para liberar a aquel demonio y someterlo a sus ideales, Apolo conoció la cueva Ryūchi (龍地洞, Ryūchidō), un lugar tenebroso y atróz en dónde albergaban las más peligrosas víboras del Shinobi Sekai. Su curiosidad y sed de poder para cumplir con sus propósitos lo llevaron a entregarse en alma y vida a Ryūchi, convirtiendose así en un discipulo de aquellos ofidios, que encontraron en Apolo el cuerpo perfecto para portar las más atroces capacidades que jamás conocería el Shinobi Sekai.
